Antes de empezar, aclaremos los tantos. “There Will Be Blood” es el drama de la evolución de un minero a un magnate del petróleo. No es un drama histórico del petróleo, ni un western, ni ninguna otra cosa. Así que apliquen la regla número uno a la hora de ver una película; sepan lo que van a ir a ver.
Ficha Técnica
Nombre Original: There will be blood
Director: Paul Thomas Anderson
Escritor: Paul Thomas Anderson (Screenplay) –Upton Sinclair (Novela)
Reparto: Daniel Day-Lewis –Dillon Freasier – Paul F. Tompkins
Género: Drama / Thriller
Fecha de lanzamiento: 21 de Febrero de 2008
Duración: 158 minutos
Página oficial: paramountvantage.com/blood/
La historia comienza a fines del 1800 – principios del 1900. Muestra a un minero, Daniel Plainview (interpretado por Daniel Day Lewis) que en su afán por encontrar plata y oro se topa por accidente con el petróleo, en el que descubre no solo un nuevo objetivo minero, sino una nueva profesión y estilo de vida. Conforme vienen los años, Plainview con su socio e hijo adoptivo H.W. Plainview (interpretado por Dillon Freasier) se dedica a conquistar el mundo del petróleo a la vez que compite con las grandes empresas. La historia se centra en el encuentro de uno de los pozos más grandes que haya visto, en un pueblo en el que sus relaciones personales lo definirán de por vida. Pero en su afán de grandeza, nos muestran a un hombre incapaz de manejar las situaciones, cegado por la codicia y la avaricia, en una evolutiva degeneración personal.
Decir que el punto fuerte de la película es su elenco está de más. La película ES su elenco. Daniel Day Lewis hace una labor estupenda, convenciendo en todo momento con su personaje. En ningún momento se puede llegar a dudar de la entereza de su papel, ya que es capaz de mezclar todas las vivencias de su personaje en cada una de las escenas, con una asombrosa evolución. Vale aclarar, que a medida que se llega al final de la película, uno no puede llegar a imaginarse el Oscar al mejor actor en manos de otra persona. Verdaderamente un trabajo memorable por parte del londinense. En menor grado también se puede hablar de Paul Dano, quién interpreta a “Eli Sunday”, un pastor obstinado que pretende manipular y corregir el manejo del pueblo por parte de Plainview. Se ve mucha química entre ambos personajes y en varios momentos se complementan muy bien.
También hay que acreditar el sonido y la música de la película. Van de la mano de los humores de la película, y son de gran ayuda a la hora de tensionar la misma, con el uso de música clásica pesada en la mayoría de los casos.
Vale decir también que la película en si es densa. Por el carácter de la historia (centrada en una sola persona) y la necesidad de adaptarse a sus tiempos, la película resulta pesada, lenta y densa. No hay escenas de acción ni alivios cómicos, por lo que uno no puede escapar de la constante agresión y el drama. Puede ser que hubiera necesitado algunos momentos de alivio, en especial una película que dura 158 minutos (un poco más de dos horas y media).
Una película para ver, más que nada, a Daniel Day Lewis. Y para ir a verla preparado, armado de paciencia, ya que entre el tiempo y la violencia, la película se hace dura.
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